Glaucoma
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¿Qué es el Glaucoma?
El glaucoma es una enfermedad que daña el nervio óptico del ojo. Se produce cuando se acumula fluido en la parte delantera del ojo. Esta acumulación de líquido aumenta la presión en el ojo y daña el nervio óptico. Según la Organización Mundial de la Salud es la segunda causa de ceguera en el mundo.
El aumento de presión intraocular comprime a los vasos sanguíneos que irrigan a la retina y muy especialmente al nervio óptico en su porción intraocular (Papila). Este efecto se acompaña de un déficit en el aporte de oxigeno, isquemia y muerte celular.
La consecuencia de este proceso es la interrupción en la señal eléctrica que va del ojo al cerebro, donde se genera la visión. La pérdida de visión es irreversible, ya que el nervio óptico dañado no se recupera nunca más, las neuronas no tienen capacidad regenerativa.
En adultos y personas mayores de 60 años, es una de las causas más frecuentes de ceguera. Este tipo de afecciones que dañan el nervio óptico, por lo general, si se tratan a tiempo pueden llegar a prevenirse.
El glaucoma no presenta síntomas previos
El encargado de enviar la información del ojo al cerebro es el nervio óptico. Por lo tanto, es fundamental que esté sano ya que nos permite tener una buena visión.
El deterioro del nervio óptico suele producirse por una elevada presión en los ojos. Sin embargo, el glaucoma puede aparecer incluso con una presión ocular normal. De ahí, la importancia realizarse revisiones oculares de manera continua.
Uno de los inconvenientes de esta enfermedad es que no presenta síntomas previos a su aparición. Es muy probable que no se noten cambios en la visión hasta que la afección está en sus etapas más avanzadas.
La genética juega un papel fundamental en este tipo de enfermedades. El glaucoma afecta a más de un 3% de la población, apareciendo en aquellas personas cuyos familiares han sufrido o sufren de glaucoma.
Causas del glaucoma
Existen diferentes causas que provocan el glaucoma, sobre todo, si tenemos en cuenta qué tipo de glaucoma es. Puede existir un factor hereditario, que sea congénito y se nazca con él. Sin embargo, existen otras causas principales. El ojo crea constantemente lo que se denomina “humor acuoso” y, por si solo, lo drena de manera automática en la misma medida a través del ángulo de drenaje.
La presión intraocular está determinada por la producción del humor acuoso (líquido responsable del tono ocular) y por la resistencia y dificultad en su drenaje. De esta manera, se mantiene una tensión ocular constante y correcta en el paciente. Por el contrario, si el ángulo de drenaje no funciona correctamente y se acumula el humor acuoso que produce un aumento en la presión ocular y daña el nervio óptico dando lugar al glaucoma.
Las principal causa de la aparición del Glaucoma es el aumento de la presión intraocular. Sin embargo existen algunas personas que desarrollan esta enfermedad con una presión intraocular normal (Glaucoma de baja presión o normotensivo). Así mismo, hay personas con hipertensión ocular pero sin afectación del nervio óptico y sin Glaucoma.
Todo lo anterior indica que no hay una presión dada que provoque Glaucoma, porque depende a su vez del estado de los capilares retinianos y de la presión arterial del paciente entre otros factores. Una presión por encima de 21,5 mmHG podría ubicar a la persona en la sospecha de padecer Glaucoma.
Tipos de glaucomas
Existe una gran variedad de tipos de glaucoma aunque, en términos generales, lo podemos clasificar según su origen (primario y secundario) y según la amplitud angular (ángulo abierto o cerrado).
Es cierto que el glaucoma no presenta síntomas previos, por ello es fundamental realizarse exámenes médicos con regularidad. Para que puedas conocer en profundidad cada uno de los glaucomas qué existen y sus peculiaridades te mostramos algunos de ellos:
Glaucomas primarios:
Se producen cuando el paciente presenta un glaucoma que no ha sido causado por otras afecciones médicas. Dentro de este grupo se encuentran:
- Glaucoma de ángulo abierto: el primer síntoma de esta patología, es la pérdida de visión debido a una acumulación de líquido y una presión ocular alta. Esto hace que el nervio óptico esté comprimido y con el tiempo se dañe y se pierda visión.
- Glaucoma de ángulo cerrado: también llamado glaucoma de ángulo estrecho o agudo. Este caso presenta síntomas como dolor de ojo, nauseas, visión borrosa, etc. Este tipo de glaucoma se produce en el borde exterior del iris y se produce rápidamente por un incremento de la presión ocular.
- Glaucoma de tensión normal: se trata de un tipo de glaucoma de ángulo abierto. Los pacientes que lo sufren tienen una presión ocular normal. Por lo tanto, si se presenta es porque tienen antecedentes familiares que lo han padecido.
- Glaucoma congénito: esta patología ocular se presenta en bebés que ya nacen con el problema. Presentan sensibilidad a la luz, lagrimeo en exceso, ojos nublados, etc.
Glaucomas secundarios
En este caso, el glaucoma secundario se produce por que el paciente presenta alguna afección médica:
- Glaucoma Neovascular: es uno de los más graves y se produce como consecuencia de la formación de nuevos vasos sanguíneos en el iris por la falta de oxigeno. A este fenómeno se le conoce como neovascularización.
- Glaucoma Pigmentario: se produce por un desprendimiento en el iris de los gránulos de pigmento. Este desprendimiento produce una obstrucción en el sistema de drenaje en el ojo. Esto provoca un incremento de la presión ocular dando lugar al glaucoma.
- Glaucoma de Exfoliación: se ocasiona por el llamado síndrome de exfoliación o pseudoexfoliación. Se produce por una acumulación anormal de proteínas en el sistema de drenaje y otras estructuras del ojo.
- Glaucoma uveítico: la uveítis es un trastorno inflamatorio ocular, que puede desencadenar el glaucoma.
Síntomas de los distintos tipos de glaucoma
El glaucoma es una enfermedad ocular especial. No existen unos síntomas comunes, sino que cada tipo de glaucoma presenta sus propios síntomas. A continuación te mostramos los síntomas de cada uno de ellos:
- Glaucoma de ángulo abierto
– No presentas síntomas en su inicio.
– En su estado más avanzado, aparecen puntos ciegos dispersos en la visión periférica. - Glaucoma de ángulo cerrado
– Dolor de cabeza y ojos persistente.
– Náuseas o vómitos.
– Visión borrosa.
– Irritación en los ojos. - Glaucoma de tensión normal
– No presentas síntomas en su inicio.
– Puede provocar una visión borrosa.
– Pérdida de la visión lateral. - Glaucoma congénito
– El bebé presenta una visión nublada en el ojo.
– Parpadeo constante.
– Lagrimeo intenso.
– Miopía.
– Dolor de cabeza. - Glaucoma Pigmentario
– Destellos de luces.
– Visión borrosa.
– Pérdida de visión gradual.
Tratamiento para glaucoma:
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Preguntas frecuentes
Tratamiento farmacológico: Este tratamiento es el más común una vez que se detecta la enfermedad, ya que permite disminuir la presión ocular.
De esta manera, permite que el ojo se drene mejor y se elimine el líquido. Existen diferentes fármacos, entre ellos, las gotas para los ojos como las prostaglandinas, betabloqueadores, agonistas alfa adrenérgicos,etc.
También existen medicamentos orales que complementan a estos colirios hipotensores.
Tratamiento láser: El glaucoma también puede tratarse también con cirugía láser. El objetivo de esta cirugía es drenar el ojo. Existen dos tipos:
– Iridotomía, en este caso se aplica a pacientes con glaucoma de ángulo cerrado. El láser hace un pequeño agujero en el iris para drenar el humor acuoso.
– Trabeculoplastía, se aplica a pacientes con glaucoma de ángulo abierto.
Tratamiento quirúrgico: Si tras aplicar los diferentes medicamentos y tratamientos láser no se encuentra mejoría en el glaucoma, el siguiente paso es realizar una intervención quirúrgica.
Debemos tener en cuenta que la cirugía no puede curar el glaucoma ni devolver la visión perdida, pero puede ayudar a proteger su visión e impedir que se deteriore más.
Trabeculectomía: Es una de las intervenciones quirúrgicas más comunes para tratar el glaucoma. Permite disminuir la presión introcular y puede tratar casi cualquier tipo de glaucoma. Suele ser uno de los tratamientos más eficaces en pacientes jóvenes. La operación consisten en abrir una vía de salida directa entre la cámara anterior del ojo y el espacio subconjuntival. De esta manera, se eliminará el humor acuoso y se reducirá la presión ocular.
Implante de drenaje para glaucoma: Esta cirugía consiste en la colocación de un dispositivo minúsculo en el ojo que permite drenar el humor acuoso del ojo y reducir al presión ocular. Se trata de un procedimiento quirúrgico sencillo de no más de una hora de duración. Existen diferentes tipos de implantes y será el especialista quien decidirá cuál le colocará al paciente.
MIGS (Microimplantes de drenaje en el glaucoma): Es una de las intervenciones más novedosas, seguras, eficaces y microinvasivas que existen a día de hoy para tratar el glaucoma y controlar la hipertensión del ojo. Esta cirugía está pensada para pacientes con glaucomas de ángulo abierto en las etapas de desarrollo iniciales y no muy avanzado. Puede ser una opción alternativa a algunos fármacos y tratamiento láser.
No, el glaucoma es una enfermedad crónica que se debe controlar durante toda la vida.
Como ya hemos comentado, por lo general, el glaucoma no presenta síntomas iniciales, pero sí que hay una serie de factores de riesgo que pueden afectar a la aparición de la enfermedad:
- Incremento de la presión intraocular.
- La edad es un factor importante. A partir de los 55 años incrementa la probabilidad de padecer esta enfermedad.
- Antecedentes familiares.
- Enfermedades como la diabetes, migrañas, presión arterial alta o anemia de células falciformes.
- Miopía o hipermetropía extrema.
- Abuso prolongado del uso de colirios con corticoides.
Es conveniente prevenir el Glaucoma para prevenir la pérdida de visión, ya que en su forma más habitual es una enfermedad silenciosa.
Los grupo de población con más incidencias son:
- Personas mayores de 40 años.
- Pacientes con antecedentes familiares de Glaucoma (hay base genética con patrón hereditario sobre todo con su forma más habitual, Glaucoma de ángulo abierto).
- Pacientes miopes.
- Pacientes con enfermedades circulatorias.
- Pacientes diabéticos.
- Pacientes con enfermedad inmunológica.
- Pacientes tratados con medicación (antidepresivos, antitéticos, corticoides …)
En las etapas iniciales, cuando aun no se ha desarrollado el glaucoma, se pueden llevar a cabo algunas medidas preventivas que ayudan a frenar el progreso de la patología, entre ellas:
- Realizate exámenes visuales con frecuencia si erees mayor de 40 años para detectar el glaucoma en sus etapas iniciales, antes de que se produzcan daños graves.
- El glaucoma es hereditario, por lo tanto, infórmate y pregunta a tus familiares si tienen o conocen a algún familiar con esta patología.
- Protege tus ojos de los rayos UVA.
El Glaucoma crónico simple (mayoría de los casos) es una enfermedad silenciosa que no presenta síntomas en su inicio. Los síntomas se presentan en estadios muy avanzados y en estos casos ya es tarde para evitar los daños que se producen irreversiblemente, degeneración y pérdida de las fibras ópticas y por consiguiente pérdida del campo visual y de la visión.
El Glaucoma agudo se presenta con dolor intenso y una sintomatología general de vómitos, malestar general y pérdida de la visión brusca.
Sí, sobre todo, después de la cirugía ya se produce una inflamación en el nervio óptico y además, puede producir un cambio en la graduación del paciente. Sin embargo, esta graduación perdida no puede recuperarse mediante el uso de gafas, ya que lo que se ha dañado ha sido el nervio óptico.