Retinopatía diabética
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¿Qué es la retinopatía diabética?
La retinopatía diabética es una enfermedad ocular que provoca el deterioro de los vasos sanguíneos que irrigan la retina, originada por una descompensación metabólica de la diabetes. Este deterioro de los vasos sanguíneos de la retina, acompañado de cambios estructurales en la misma, conducirá a la pérdida de la visión, ya que la imagen enviada al cerebro se hace borrosa.
Los niveles altos de glucosa en la sangre, presión arterial alta y la genética influyen en el desarrollo y la progresión de la retinopatía diabética. La diabetes puede afectar tanto a los jóvenes (tipo I) como a personas de más edad (Tipo II). Este último tipo es mucho más común.
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Preguntas frecuentes
Los niveles altos de glucosa en la sangre, presión arterial alta y la genética influyen en el desarrollo y la progresión de la retinopatía diabética. La diabetes puede afectar tanto a los jóvenes (tipo I) y como a personas de más edad (Tipo II). Este último tipo es mucho más común.
Independientemente del tipo de diabetes, muchos diabéticos desarrollan esta complicación. Los factores que contribuyen a la aparición de diabetes son:
- Una dieta inadecuada, alta en grasas e hidratos de carbono.
- Estilo de vida sedentario.
Los diabéticos son dos veces más propensos que los no diabéticos a desarrollar problemas en los ojos. La complicación más común del ojo en la diabetes es la retinopatía diabética, otras complicaciones son la catarata y el glaucoma.
El cincuenta por ciento de los diabéticos desarrollan algún grado de retinopatía diabética.
El riesgo de ceguera es 25 veces mayor en los diabéticos que en no diabéticos.
La detección temprana y tratamiento oportuno de la enfermedad ocular diabética reduce significativamente el riesgo de pérdida de visión.
Sólo un oftalmólogo puede detectar los primeros síntomas de la retinopatía diabética, por lo que todos los diabéticos deben examinarse los ojos por lo menos una vez al año.
Cada diabético es un candidato potencial para la retinopatía diabética. No hay síntomas en las etapas iniciales. Es preciso realizar exámenes oculares periódicos con las pupilas dilatadas. Es la única manera de detectar la enfermedad temprano y evitar un mayor deterioro de la visión.
Para el diagnóstico se utiliza la angiografía con fluoresceína, que es una fotografía ampliada de la retina, utilizando un medio de contraste inyectable. Esto ayuda a clasificar la enfermedad, cambios en los vasos sanguíneos de la retina y evaluar el tratamiento. Otro método más moderno es el uso de la OCT (tomografía ocular computorizada) sobre todo para el diagnóstico del edema macular diabético.
En el tratamiento de la retinopatía diabética se utiliza el láser. Mediante el uso de esta tecnología se puede disminuir o detener la progresión de la retinopatía diabética y estabilizar la visión.
El tratamiento con láser generalmente se realiza de forma ambulatoria. Se administra al paciente una anestesia tópica para evitarle molestias durante la aplicación del tratamiento. El oftalmólogo dirige el rayo láser con una alta precisión al blanco.