Blefaroplastia en Barcelona
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Qué es la blefaroplastia
La blefaroplastia u operación de párpados nos permite extraer la grasa y el exceso de piel y de músculo de los párpados superior e inferior para corregir los efectos propios del envejecimiento facial, devolviendo a la mirada una apariencia fresca y juvenil.
La mayoría de las blefaroplastias se realizan para corregir las bolsas de los párpados, que suelen aparecer con la edad o por causas congénitas o asociadas a enfermedades renales o cardíacas.
La blefaroplastia puede corregir la caída de los párpados superiores y las bolsas de los inferiores, características que hacen que parezcamos mayores y más cansados de lo que somos y que, en algunos casos, pueden interferir en la visión.
La intervención logra un resultado estéticamente favorable y duradero, ya que, por lo general, las bolsas de los párpados no reaparecen.
La blefaroplastia es la tercera operación estética más solicitada en nuestro país por detrás de la liposucción y la abdominoplastia. Según los datos publicados por la International Society of Aesthetic Plastic Surgery, más de 30.000 personas en España se someten a esta intervención quirúrgica cada año.
Para evitar posibles malposiciones de los párpados, sobre todo si el paciente carece de suficiente soporte, se emplean técnicas de cantoplastias y/o cantopexias.
Otra técnica que se puede emplear es la trasposición de las bolsas adiposas, mediante diferentes procedimientos, en aquellos casos en los que se puede crear una deformidad estética del contorno del párpado inferior al resecarse en exceso las bolsas adiposas.
Tipos de blefaroplastia:
- Blefaroplastia superior
- Blefaroplastia inferior
- Blefaroplastia completa
La blefaroplastia superior se realiza mediante microcirugía, utilizando los pliegues naturales de la piel para realizar las incisiones, por lo que éstas no serán visibles en un futuro. Se elimina el exceso de piel con el diseño adecuado, buscando el mejor aspecto estético pero teniendo siempre en cuenta la función de protección del párpado.
Si fuese necesario se moldeará o eliminará parcialmente la grasa del párpado, presente en toda su extensión. En algunos casos existe un exceso de grasa debajo de la ceja que es preciso esculpir o reducir, ya que otorga un aspecto de ceja descendida y gruesa. Si a altura de la ceja no es adecuada, se puede elevar en el mismo procedimiento.
En ocasiones el párpado se halla ligeramente descendido o su contorno está alterado, por lo que será necesario remarcar el surco del párpado superior o modificar ligeramente la altura y contorno del mismo. Esto no cambia nuestra expresión, sino que despeja la mirada y estiliza los párpados. Todos estos son detalles muchas veces olvidados, pero de vital importancia para conseguir un resultado final excelente.
La blefaroplastia superior mejora notablemente el aspecto de los párpados superiores de forma natural, aunque en algunos casos será necesario tratar los párpados inferiores en el mismo procedimiento para conseguir un rejuvenecimiento completo y armonioso de la nuestra mirada. También pueden asociarse otros tratamientos no estéticos no quirúrgicos que potenciarán los buenos resultados de la cirugía.
La blefaroplastia superior se realiza con anestesia local y sedación, de forma ambulatoria y vendajes. Tras la intervención podrá descansar el tiempo necesario en el centro donde se le haya realizado y posteriormente en su domicilio.
La blefaroplastia inferior es la cirugía estética de los párpados inferiores. Su objetivo es eliminar las bolsas inferiores y/o el exceso de piel y arrugas, pudiendo mejorar en algunos casos también el surco de la ojera.
Clásicamente, existen dos formas de abordar una blefaroplastia inferior: trancutánea o transconjuntival. Esto únicamente indica si la incisión se realiza a través de la piel o de la conjuntiva. Sin embargo, este concepto es muy simple, ya que actualmente existen múltiples técnicas y procedimientos complementarios de la blefaroplastia, diseñados para tratar de forma específica cada uno de los diferentes problemas que pueden presentarse en el párpado inferior. En el párpado inferior debemos valorar tres factores fundamentales: las bolsas grasas, la laxitud palpebral y el exceso de piel o arrugas. La adecuada elección y combinación de técnicas adquiere una importancia máxima en la blefaroplastia inferior para lograr los mejores resultados posibles.
El tratamiento de las bolsas de grasa se realiza casi siempre mediante una incisión en la conjuntiva. Una vez expuesta se puede eliminar el exceso de grasa existente o redistribuirla para corregir los surcos de las ojeras. La mejoría del párpado inferior no depende únicamente de la eliminación de la grasa, de hecho esto puede provocar un aspecto de ojo hundido nada estético. La tendencia actual es eliminar la grasa de forma conservadora y redistribuir los volúmenes del párpado inferior con el objetivo de suavizar las bolsas y el surco de las ojeras. Los pacientes que presentan únicamente un surco de la ojera marcado pero sin bolsas grasas, no son buenos candidatos para una blefaroplastia inferior. Estos casos se benefician enormemente de tratamientos no quirúrgicos dirigidos a mejorar el volumen del surco mediante sustancias de relleno, como el ácido hialurónico.
Cuando existe un claro exceso de piel o arrugas profundas y pliegues en el párpado inferior, estas se eliminan mediante una incisión por debajo de las pestañas apenas visible con el paso del tiempo. En la mayoría de los casos únicamente se eliminará piel, preservando el músculo orbicular intacto (encargado del parpadeo), lo que favorece la pronta recuperación y evita complicaciones. En ocasiones se realiza un tensado de este músculo (suspensión del orbicular) para mejorar el soporte del párpado.
En algunos casos puede aparecer laxitud en el párpado inferior, debida a una elongación del propio párpado o de sus tendones de sujeción. La forma de corregirla es mediante una cantopexia o una cantoplastia. El objetivo de ambas técnicas es devolver la tensión normal del párpado a través de una pequeña incisión y se empleará una u otra en función del grado de laxitud. En la cantopexia se refuerza el tendón mediante una sutura, mientras que en la cantoplastia se acorta. Es imprescindible solucionar la laxitud siempre que esté presente, ya que es la causa de que aparezca una retracción o caída del párpado dando un aspecto de ojo redondeado.
La blefaroplastia inferior mejora notablemente el aspecto de los párpados inferiores de forma natural, aunque puede ser necesario tratar también los párpados superiores en la misma intervención ( blefaroplastia completa) para conseguir un rejuvenecimiento completo y armonioso de la mirada.
Tratamiento utilizado en:

La intervención tiene una duración aproximada de
120 minutos

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La blefaroplastia es una operación relativamente sencilla que dura alrededor de dos horas. Consiste en la realización de unas incisiones en la piel de los párpados con el fin de extirpar el exceso de piel y de músculo.
En los párpados superiores, el cirujano corta a lo largo del pliegue del párpado. Retira algunos excesos de piel, músculo y grasa, y después cierra el corte.
Si tu párpado superior cae cerca de la pupila, el cirujano puede hacer una blefaroplastia combinada con un procedimiento denominado ptosis palpebral, diseñada para levantar el párpado y retirar el exceso de piel..
En el párpado inferior, el cirujano hace un corte justo debajo de las pestañas en el pliegue natural del ojo o dentro del párpado inferior. Luego, retira o redistribuye el exceso de grasa, músculo y piel flácida, y después cierra el corte.
La operación se lleva a cabo habitualmente con anestesia local, aunque si forma parte de otra operación, como un lifting facial, se emplea anestesia general.
Tras la cirugía de párpados, se aplica una pomada en los ojos para lubricarlos y un vendaje suave. El paciente puede notar alguna molestias que se alivian fácilmente con la medicación prescrita por el doctor. Es muy importante mantener la cabeza elevada durante unos días después de la cirugía y aplicarse frío local, para controlar los fenómenos inflamatorios.
Los puntos de sutura se retiran a los 5 días. El edema y los hematomas disminuirán gradualmente. Se suele volver al trabajo en una semana. Le será requerido que lleve gafas de sol durante unas semanas y aplicarse protección solar total en los párpados para evitar pigmentaciones.
Tras la blefaroplastia, los resultados estéticos obtenidos en la gran mayoría de pacientes son altamente satisfactorios. Se consigue mejorar la expresión facial y un rejuvenecimiento de la mirada.
En algunos casos, los resultados de la cirugía pueden durar toda la vida. En otros, los párpados pueden volver a caer.
Los moretones y la hinchazón suelen disminuir lentamente dentro de 10 a 14 días que se generan en la intervención. Las cicatrices de la operación, que apenas son visibles, pueden tardar unos meses en desaparecer.
Es importante mantener una buena higiene de los ojos, aplicarse colirios para mantener los ojos hidratados y no utilizar lentillas hasta pasadas 2 semanas de la cirugía.
También es importante acudir a las visitas de seguimiento con el cirujano para controlar la evolución de la recuperación.
Y si tiene molestias importantes en los ojos, alteración de la visión, fiebre o sangrado de la herida, deberá acudir a su médico.
Antes de la cirugía de párpados, tu cirujano realizará un examen físico para comprobar tu estado de salud:
- Examen de la vista completo que puede incluir una prueba de la producción de lágrimas y medición de partes de los párpados.
- Prueba de campo visual para ver si hay puntos ciegos en las esquinas de los ojos (visión periférica).
- Fotografías de los párpados desde distintos ángulos ayudan con la planificación de la cirugía.
- Tus objetivos. Una conversación sobre lo que deseas obtener de la cirugía ayudará a crear las condiciones indicadas para obtener los mejores resultados.
Cualquier persona puede someterse a una operación de párpados, por norma general, la edad de los pacientes que se someten a esta operación supera los 35 años, pero también se dan casos de personas más jóvenes con tendencia familiar a la aparición de bolsas en los párpados.
Pero hay que tener presente que algunas condiciones de la salud del paciente incrementan los posibles riesgos en esta cirugía, como los problemas de tiroides, una insuficiente producción de lágrimas, la presión arterial alta, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes.
Igualmente, el glaucoma y el desprendimiento de retina pueden implicar mayores riesgos, circunstancia que aconseja una revisión oftalmológica antes de la intervención.
Condiciones médicas que deben descartarse al realizar una blefaroplastia.
- Hipertiroidismo y la enfermedad de Graves
- Problemas de falta de humedad en el ojo u ojo seco
- Glaucoma o presión alta del ojo
- Hipertensión y otros trastornos circulatorios
- Enfermedades cardiovasculares y diabetes.
Cuando se realiza por un cirujano experto la blefaroplastia en muy raras ocasiones presenta complicaciones.
Las más graves e infrecuentes son aquellas que pueden afectar a la visión y a la superficie ocular, la retracción del párpado o la infección.
Como cualquier cirugía, la blefaroplastia tiene riesgos, incluidos la reacción a la anestesia y coágulos sanguíneos.
Riesgos poco comunes de la cirugía de párpados:
- Infección y sangrado
- Ojos secos e irritados
- Dificultad para cerrar los ojos u otros problemas con los párpados
- Cicatrices evidentes
- Lesión en los músculos del ojo
- Cambio de color de la piel
- Visión temporalmente borrosa o, en casos excepcionales, pérdida de la visión
- La necesidad de una cirugía de seguimiento