La miopía es un defecto de refracción que ocurre cuando el ojo es más largo de lo normal y la imagen se forma por delante de la retina. Esto causa una mala visión de lejos, mientras que los objetos cercanos se ven con perfecta claridad.
En la actualidad, no existe ningún tratamiento quirúrgico que sea capaz de detener la progresión de la miopía. Por tanto, el tratamiento irá encaminado a corregir el defecto refractivo, es decir las dioptrías, una vez estas sean estable, y así disminuir o, en muchos casos, evitar la necesidad de gafas o lentillas.
Tipos de cirugía refractiva
La cirugía refractiva para corregir la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo es cada vez más personalizada. En algunos casos, por la edad y graduación del paciente, se aconseja la operación de miopía con láser excimer ( LASIK, PKR ), mientras que en otros casos se recomienda el implante de lentes intraoculares (ICL).
También existen técnicas quirúrgicas que previenen o tratan las complicaciones de la miopía magna, como son: los desgarros retinianos, las membranas neovasculares, las cataratas o el desprendimiento de retina.
¿Dejaré de ser miope cunado me opere?
Es importante tener una serie de consideraciones claras sobre la cirugía de la miopía:
- La cirugía no cura la miopía, simplemente corrige las lesiones retinianas propias de la miopía, ni mejoran ni empeoran.
La cirugía refractiva puede eliminar completamente el defecto de graduación que presenta el paciente en el momento de la operación, pero no puede frenar su evolución. Por eso, es muy importante cumplir una serie de requisitos para garantizar los mejores resultados tras la intervención.
- Es posible reoperar un ojo en el caso de que en el futuro reapareciera una miopía o la corrección no hubiese sido suficiente.
- No impide el poder realizar en el futuro otro tipo de intervención ocular. como cataratas o presbicia.
El ojo miope no deja de serlo y con el paso de los años pueden darse nuevos y leves cambios en la graduación, que en su mayoría pueden volver a corregirse mediante pequeñas intervenciones.
Si el paciente padece miopía magna o también llamada alta miopía, puede llegar a convertirse en una auténtica enfermedad y tener una mayor predisposición a sufrir otras enfermedades oculares.
¿Cualquier persona puede someterse a una operación de miopía?
Sí, siempre que cumpla tres requisitos y el estudio previo por parte del oftalmólogo no indique lo contrario;
- Tener más de 18 años
- Mantener estable el defecto refractivo
- Tener buena salud ocular
- Uno de los requisitos básicos para someterse a cualquier cirugía refractiva es que la miopía esté estabilizada, como mínimo, en el último año. Por norma general, la graduación de los pacientes con miopía deja de aumentar entre los 18 y los 20 años, aunque hay algunas excepciones, como los pacientes con miopía magna o alta.
- Por cambios hormonales, que pueden afectar a las dioptrías, se recomienda a las mujeres embarazadas esperar algunos meses tras haber dado a luz para someterse a una cirugía refractiva.
Para que la operación sea viable, las dioptrías máximas en miopía, hipermetropía y astigmatismo son las siguientes:
- Miopía; entre 10 y 12 dioptrías
- Hipermetropía: hasta 5 dioptrías
- Astigmatismo: no hay limite de dioptrías.
¿Necesitaré gafas tras operarme de miopía?
La mayoría de los pacientes no necesitan volver a usar gafas ni lentes de contacto tras una operación de miopía. Puede ocurrir en algunos casos que sean necesarias para realizar determinadas actividades como leer, ver la televisión o conducir de noche. Sobre todo, en pacientes con miopía magna y/o un astigmatismo elevado.
De hecho, a partir de los 45-50 años, prácticamente el 100% de la población desarrolla presbicia o vista cansada, por lo que necesitarán usar gafas para ver de cerca o una nueva intervención para corregirla.
Cirugía de la miopía con láser excimer (LASIK)
La miopía simple, de menos de 6 o 7 dioptrías, se suele tratar con cirugía láser para modificar de forma muy precisa la superficie de la córnea. Esto permite reducir la graduación (dioptrías) de esta lente natural aplanando su curvatura, en el caso de la miopía.
Actualmente este aplanamiento se consigue mediante el remodelado de su superficie (una especie de “pulido” corneal ) mediante un láser de Excimer que produce una vaporización controlada del tejido corneal sobre el que se aplica para modificar la forma de la superficie de la córnea a voluntad y con exactitud.
Los 2 tipos de láser más usados en cirugía de la miopía son:
- LASIK: la técnica más recomendada por su recuperación rápida y postoperatorio sencillo. Mediante una pequeña incisión se levanta una capa muy fina de la córnea para moldear la capa intermedia aplicando el láser. A continuación se recoloca el tejido y se deja cicatrizar.
- PRK: en los casos de personas con una córnea demasiado fina, se actúa directamente sobre toda la córnea sin hacer la distinción por capas. El postoperatorio es más largo y tedioso, por lo que no se suele emplear si hay alternativas.
Existen dos técnicas de intervención con mediante láser de excimer dependiendo de la forma y lugar de aplicarlo.
- Queratectomía de superficie. Es la técnica básica de corrección de la miopía mediante el láser de Excimer. Siempre bajo anestesia tópica, y una vez el paciente situado bajo el microscopio, se procede a retirar la pequeña capa de “piel” que recubre la córnea (epitelio corneal). Una vez la córnea esta lista y el láser se ha programado, se solicita al paciente que fije la visión sobre una pequeña luz que aparece en el interior del microscopio y se realizan los “disparos” del láser. Esta última fase dura unos pocos segundos, tras los cuales se da por concluida la intervención, se ocluye el ojo operado y el paciente puede irse a su casa.
Suele emplearse en operaciones de miopía de menos de 3 dioptrías, ya que es una técnica más rápida y sencilla con graduaciones bajas.
- Queratomileusis lamelar asistida con láser. La técnica en sí es igual a la anterior, los principios básicos son los mismos, pero aquí en lugar de retirar la piel corneal (epitelio), se talla una pequeña lamela corneal (de aproximadamente 0.15 mm de grosor) y se aplica entonces el láser sobre el lecho corneal para pulirlo y se emplea la lamela corneal para recubrir el área tratada.
Esta técnica es más compleja que la anterior, pero reduce notablemente el período de recuperación y a su vez tiene una evolución postoperatoria más confortable.
En Clínica Oftalmológica Tetuán, utilizamos una evolución de este láser, el FEMTOLASIK que en vez de cortar con una cuchilla, crea un plano de microburbujas permite el levantamiento del flap corneal con un láser femtosegundo. Esto permite una recuperación inmediata del paciente y aporta la máxima precisión y seguridad, por lo que se reducen los riesgos asociados al uso de cuchilla, tanto complicaciones a medio y largo plazo.
¿Cuánto dura la cirugía refractiva con láser?
La cirugía de cada ojo dura 5 minutos, aproximadamente. Una vez finalizada la intervención, el paciente permanece 20 minutos en la zona de descanso de la clínica.
Es importante saber que la persona vaya a la clínica acompañada, ya que inmediatamente después de la cirugía no verá bien.
En las miopías más elevadas, los cambios que provocaría el láser podrían poner en riesgo la integridad estructural de la córnea debido a la gran cantidad de dioptrías a eliminar, por lo que, después de un exhaustivo estudio de viabilidad, deberíamos optar por otras técnica quirúrgicas que no modifique la estructura corneal.
Operación de miopía con lentes intraoculares (ICL)
Para los pacientes con una graduación alta, donde la intervención con láser no es suficiente, se practica una operación de miopía con lentes intraoculares que se implantan dentro del ojo, por encima del cristalino, sin alterar la estructura del órgano y la integridad estructural de la córnea debido a la gran cantidad de dioptrías a eliminar sin modificar la estructura corneal
En pacientes de más edad, con presbicia o catarata, se puede optar por las lentes intraoculares sustitutivas del cristalino.
La técnica quirúrgica de las lentes intraoculares es muy sencilla: bajo anestesia tópica o local, se realiza una incisión de 3.0mm igual a la empleada en la cirugía de la catarata y se inyecta la lente dentro del ojo, se despliega y se posiciona por detrás del iris con un manipulador de lentes.
Al igual que la cirugía láser, la cirugía con implante de lentes intraoculares no detiene la progresión de la miopía y debe realizarse cuando dicha miopía sea estable.
Al tratarse de miopía con más altas graduaciones y una evolución más prolongada, suele hacerse por encima de los 25 años, siempre y cuando el año anterior no se haya observado un cambio en la graduación.
Tipos de lentes intraoculares
Existen, básicamente, dos tipos de lentes intraoculares:
- Lentes fáquicas o ICL: Parecidas a las lentes de contacto, de tamaño más pequeño y que se colocan en el interior del ojo sobre la superficie del cristalino, por detrás de la pupila.
Las lentes ICL normalmente se implantan por debajo de los 40 años ya que es importante respetar la función del cristalino que hasta esta edad funciona correctamente.
- Lentes que sustituyen el cristalino ( multifocales y tóricas): Se colocan en lugar del cristalino. La técnica quirúrgica para implantarlas es análoga a la empleada en la cirugía de las cataratas. Por lo que se emplean en pacientes de más edad, cuando ya tienen cataras o están próximos a tenerlas.
A partir de los 50 años el cristalino no tiene la capacidad de enfocar los objetos próximos como lo hacía antes, por lo que no tiene demasiado sentido colocar una ICL , con la ventaja adicional de que si colocamos una lente intraocular multifocal, también podemos corregir la presbicia, ya presente a esta edad.
Ventajas de la cirugía de miopía con lentes intraoculares
La operación de miopía con lentes intraoculares presenta algunas ventajas respecto a la cirugía refractaria láser:
- Recuperación funcional prácticamente instantánea. La visión se normaliza a las pocas horas de la intervención, ya que no depende de los procesos de cicatrización.
- Estabilización de la corrección de la graduación instantánea. Depende de la potencia de la lente implantada y no de los cambios que deean sufrir los tejidos oculares.
- Es un proceso reversible. Si la corrección alcanzada no fuese suficeinte, se puede retirar la lente implantada y colocar otra con una graduación más adecuada.
Cómo es el postoperatorio de la cirugía de la miopía
La recuperación intervención de miopía mediante el implante de lentes intraoculares (ICL) es indolora puesto que no se ha alterado la estructura de la córnea. Tras la intervención se mantiene durante unas semanas tratamiento antibiótico en colirios. No precisa ningún tipo de reposo ni cuidados especiales.
En el transcurso de las primeras horas posteriores a la operación de miopía con láser, el paciente puede notar molestias, como lagrimeo y escozor, por lo que se recomienda permanecer en una habitación a oscuras y aplicar los colirios que recomiende el oftalmólogo.
Puede aparecer dolor en el ojo operado, que puede variar de ligero a intenso (si se utiliza la queratectomía de superficie, fundamentalmente). En este caso, se recomienda mantener ambos ojos cerrados para evitar moverlos y administrar el sedante que se recetará al finalizar la intervención.
Si las condiciones lo permiten, se dejará el ojo descubierto y se iniciará un tratamiento tópico con antiinflamatorios en colirios, que se deberá mantener por un periodo más o menos largo, dependiendo de cada caso.
Debido a que durante los primeros días después de la intervención la córnea se encuentra inflamada y con la hipercorrección en su máxima potencia, la visión será bastante mala de lejos, pero sobre todo de cerca.
El ojo ha perdido una de las características de la miopía, esto es, la buena visión a distancias cortas mientras dure la hipercorrección.
Qué resultados ofrece la cirugía de la miopía
Los resultados visuales de la cirugía de la miopía, tanto láser como con lentes intraoculares, son excelentes, siendo comparables a las gafas o a las lentes de contacto.
La precisión de la corrección suele ser muy buena, en mayoría de los casos el defecto residual es inferior a la media dioptría, en casos de alta miopia
Pero recordemos que no produce una corrección exacta. Su finalidad es reducir el defecto óptico lo suficiente como para poder ir sin gafas habitualmente. Puede quedar sin embargo un defecto residual que aconseje el uso de cristales correctores para ciertas actividades (conducir, ver la T.V. etc.)
Riesgos de la operación de miopía
Cualquier procedimiento quirúrgico ocular tiene un nivel de riesgo: desde no obtener el resultado deseado hasta niveles de pérdida visual variables.
El cirujano ocular te explicará los riesgos y los beneficios de la cirugía de corrección de la miopía durante tu consulta preoperatoria.
En la intervención láser encontramos estas posibles complicaciones:
- Errores en la corrección. Es la complicación más frecuente. Se produce como consecuencia de las diferencias que puedan existir entre una córnea y otra. Si es grande se puede tratar con gafas, Lentes de contacto o reintervenir con el mismo láser.
- Deslumbramientos y halos. Es consecuencia de la cicatrización y su intensidad variará con el grado de turbidez corneal.
- La posibilidad de una infección está latente en cualquier cirugía, pero debido a la escasa duración de la intervención ( unos 10 minutos) y la escasa manipulación que requiere esta cirugía es muy improbable.
- Hipertrofia cicatricial. Como respuesta a la agresión del láser, el tejido corneal fabrica unas sustancias (colágeno) que se van a ir depositando sobre el área tratada. En ocasiones, se puede producir una reacción cicatricial exagerada y la capa se vuelve gruesa y blanquecina y se produce una disminución en la visión. Normalmente se controla con la aplicación de colirios antiinflamatorios y en casos más severos, se puede aplicar el mismo láser para adelgazar esta membrana.
- Puede darse una mayor inflamación postoperatoria en un ojo que en otro por lo que la recuperación funcional podría ser algo más larga aunque, en general, no suele tener consecuencias a largo plazo.
- El paciente miope tiene una probabilidad mayor de padecer cataratas en edades más tempranas que la población general, el hecho de llevar una lente intraocular podría incluso acelerar la aparición de las mismas en un pequeño porcentaje de casos.
- El ojo con miopía alta es más propenso a sufrir complicaciones retinianas, problema que no se resuelve con el implante de lentes.
En la cirugía con lentes intraoculares:
- Incremento de la posibilidad de sufrir cataratas por la proximidad de estas lentes al cristalino. En caso de observarse cualquier signo de alteración en este sentido, se retiraría la lente implantada.
- Descompensación de glaucoma al aumentar el volumen total del cristalino. Para evitar este problema teórico se realiza el tratamiento antiglaucomatoso con láser previo a la intervención. Y, en el caso de que esta medida no fuera suficiente, se retiraría la lente.
Precios: cuánto cuesta una operación de miopía
La innovación técnica en la oftalmología ha permitido hacer muy accesibles las intervenciones de cirugía refractiva. El precio de una operación de miopía varía mucho según el tipo de procedimiento que se realice, la clínica y los profesionales.
Lo mejor siempre es ponerse en manos de un especialista de confianza y con mucha experiencia en quirófano para someterse a este tipo de cirugía con toda seguridad.
El precio de una operación de miopía en Barcelona con LASIK se sitúa entre los 600 y los 800 euros por ojo, un total de entre 1.200 a 1.600 euros por ambos.
En el caso de la cirugía con lentes intraoculares puede estar por encima de los 1.900 euros por ojo.
Si quieres saber el precio de operación de miopía en nuestra clínica oftalmológica en Barcelona, llámanos al 932 652 984 y te informamos sin compromiso.
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