La miopía es un defecto de refracción muy frecuente (se estima que afecta a entre un 25% y un 30% de la población y se calcula que para el año 2050 la mitad de la población mundial será miope).
Con la miopía, el ojo es más largo de lo normal de adelante hacia atrás o la córnea (capa transparente en la parte frontal del ojo) es demasiado curva, lo que hace que las cosas que están lejos, se vean borrosas.
Factores asociados a la miopía infantil
- Factores hereditarios: los pacientes portadores de genes responsables del desarrollo de la miopía tienen un riesgo 10 veces mayor que otras personas que no lo tienen.
- Factores ambientales: falta de exposición al aire libre, lecturas excesivas, uso de pantallas, ordenadores, móviles…
La combinación de los factores hereditarios y ambientales condicionan enormemente el desarrollo de la miopía.
La miopía en muchas ocasiones se inicia en la etapa infantil, por lo que la detección precoz y su corrección son muy importantes para evitar un deficiente desarrollo de la visión, mediante el diagnóstico precoz de la miopía y posible tratamiento.
Los niños más pequeños no manifestan sus problemas de visión, por lo que es importante estar atentos a estos signos para orientarlos hacia una consulta oftalmológica. La corrección de la miopía infantil se realiza con gafas. En niños más mayores se puede corregir con lentes de contacto, para realizar determinadas actividades.
La miopía es evolutiva y progresiva, por lo que los cambios de corrección de las lentes serán frecuentes a lo largo de los años.
Estas lentes solo corrigen el defecto refractario actual permitiendo ver bien al niño, pero no el aumento de las dioptrías miópicas que se irá generando con el paso del tiempo.
El uso de tratamientos como: Atropina colirio (en baja dosis) o el uso de lentes ORTO-K (ortoqueratología), además de corregir el defecto refractario, actúan favorablemente frenando el desarrollo espontáneo de la miopía, evitando un desarrollo excesivo de la miopía y sus complicaciones.
Síntomas de la miopía en niños
En general, la miopía en niños se diagnostica durante la etapa escolar, en clase se pueden percibir fácilmente algunos síntomas:
- Frunce o guiña los ojos para tratar de enfocar objetos lejanos.
- Se acerca mucho a los objetos para verlos mejor.
- Tiene dolor de cabeza y cansancio con frecuencia.
- Muestra poco interés por ctividades como juegos, actividades deportivas que exigen una buena visión de lejos.
- Muestran mayor afición a la lectura.
Los niños más pequeños no manifestan sus problemas de visión, por lo que es importante estar atentos a estos signos para realizar una consulta oftalmológica.
Cómo prevenir la miopía:
Manteniendo una correcta higiene visual y algunas recomendaciones para cuidar la salud ocular se puede minimizar el desarrollo de la miopía:
- Regla 20-20-20. Descansar los ojos al menos 20 segundos mirando a lo lejos cada 20 minutos de actividad visual cercana.
- Parpadear. Es importante recordarles que deben parpadear a menudo cuando estén utilizando aparatos electrónicos.
- Mantener una buena postura. Mantener el plano de lectura con una inclinación de unos 20 grados. Mantener una posición erguida de espalda y cuello, con los pies apoyados en el suelo.
- Mantener una distancia de 35-40 centímetros con la tablet, el móvil o un libro y de 50 centímetros si trabajamos con un ordenador o un portátil.
- Correcta iluminación. Usar luz natural siempre que sea posible. Con luz artificial es importante reducir los reflejos, lograr un contraste entre la pantalla o el foco que ilumina el libro y la luz ambiente. Colocar el foco de luz a la izquierda para los diestros y a la derecha para los zurdos. Y es importante reducir los reflejos que puedan darse sobre las mesas o pupitres.
Equilibrar el tiempo que pasa frente a la pantalla con el tiempo que pasa al aire libre, puede ayudar a limitar la miopía de su hijo y a proteger su visión a medida que crece. Asegúrese de que su hijo pasa más tiempo al aire libre. Limite el tiempo que pasa frente a la pantalla de la computadora u otros dispositivos digitales.
Consecuencias de la miopía mal controlada
Aunque la miopía no se puede revertir, el objetivo del tratamiento es evitar que empeore. Esto puede proteger la salud ocular de un niño en el futuro, a pesar de que todavía necesite usar anteojos o lentes de contacto.
Un seguimiento continuo de la miopía hoy en día puede controlar su aumento en la mayoría de los casos y frenarlo, evitando en lo máximo posible una miopía magna y sus posibles consecuencias: desprendimiento de retina, glaucoma, coriorretinopatía miópica…
Ser miope moderado también aumenta el riesgo de otras enfermedades como las cataratas. Es muy importante corregir la miopía nada más ser detectada, mediante el uso de gafas o lentes de contacto, para dotar al miope de la mejor agudeza.
Los problemas visuales ocasionados por una miopía no corregida pueden ocasionar problemas de aprendizaje
Es muy importante corregir los problemas visuales, sobre todo en niños, ya que éstos no tienen todavía desarrollado el sistema visual en su totalidad. El desarrollo del sistema visual se finaliza aproximadamente a los 7 años de edad.
Hasta entonces el sistema visual es muy plástico y puede crear adaptaciones sensoriales para poder compensar su mala visión. Una de estas adaptaciones es la ambliopía u ojo vago, que a partir de los siete años es muy difícil de corregir y, cuanto mayor es el niño, más difícil resulta, siendo ya irreversible cuando el sistema visual alcanza la madurez.
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