La ambliopía más conocida como ojo vago es la afección que se manifiesta con la disminución de la agudeza visual en un paciente, que aún utilizando corrección óptica no alcanza el 100%. Aunque normalmente lo asociamos a un solo ojo, el ojo vago puede afectar a ambos ojos.
Tratando el ojo vago a tiempo se puede evitar que la pérdida de agudeza visual se mantenga durante la edad adulta.
La ambliopía comienza en la niñez (desde el nacimiento hasta los 7 años) y es la causa más común de pérdida de visión entre los niños. Hasta 3 de cada 100 niños padecen de ojo vago. La buena noticia es que el tratamiento temprano funciona bien y generalmente previene los problemas de visión a largo plazo.
Los oftalmólogos hacemos mucho hincapié en la importancia de diagnosticar a edades tempranas este defecto visual para poder corregirlo antes de los 7 u 8 años. Esto se debe a que a estas edades el sistema visual y los mecanismos cerebrales están en desarrollo y son más moldeables.
Pasada esta edad, el cerebro establece de forma fija la capacidad visual de cada ojo.
Algunos niños nacen con ambliopía y otros la desarrollan durante la niñez. La probabilidad de sufrir ambliopía es mayor en niños:
- Prematuros
- Con tamaño más pequeño que el promedio
- Con antecedentes familiares de ambliopía, cataratas infantiles u otras afecciones oculares
- Con trastornos del desarrollo
Causas de la ambliopía
La ambliopía u ojo vago se desarrolla debido a una experiencia visual anormal en las primeras etapas de la vida que cambia las vías nerviosas entre la retina, en la parte posterior del ojo, y el cerebro.
El cerebro usa las señales nerviosas de ambos ojos para ver, pero si una afección ocular empeora la visión de un ojo, es posible que el cerebro intente solucionarlo. Empieza a ignorar (supresión) las señales del ojo más débil y a depender sólo de las señales nerviosas del ojo más fuerte.
Puede ser causada por cualquier circunstancia que afecte al desarrollo normal de la visión, por ejemplo: miopía, hipermetropía, astigmatismo, estrabismo (ojos no alineados), cataratas,…
La causa más común del ojo perezoso es un desequilibrio en los músculos (ambliopía por estrabismo) que posicionan los ojos. Este desequilibrio puede causar que los ojos se crucen o se vuelvan hacia adentro o hacia afuera, e impide que trabajen juntos.
Una diferencia significativa en la agudeza visual de cada ojo, a menudo debido a la hipermetropía, la miopía o astigmatismo, puede dar lugar a un ojo perezoso (ambliopía refractiva).
Normalmente se utilizan gafas o lentes de contacto para corregir estos problemas refractivos. En algunos niños, el ojo perezoso es causado por una combinación de estrabismo y problemas refractivos.
Un área nublada en el cristalino (catarata), una ptosis palpebral o cualquier enfermedad de la retina puede dificultar la visión clara en ese ojo (ambliopía por privación). Es el tipo más grave de ambliopía y requiere tratamiento urgente para prevenir la pérdida permanente de la visión
Síntomas del ojo vago
En la mayoría de casos, los padres no saben que su hijo tiene ambliopía hasta que un médico la diagnostica durante un examen de los ojos. Por eso es importante que a todos los niños se les haga un examen de los ojos al menos una vez entre los 3 y los 5 años de edad.
Los síntomas de la ambliopía pueden ser difíciles de percibir. Los padres podrían notar señales de que su hijo tiene dificultades para ver con claridad o para saber que cerca o lejos está un objeto, como por ejemplo cuando habitualmente:
- Entrecierran los ojos para poder enfocar
- Cierran un ojo para ver mejor
- Inclinan la cabeza para mirar.
- Ojos enrojecidos, sobre todo al final del día.
- Dolores de cabeza frecuentes.
- Tuerce los ojos cuando intenta leer, escribir o cuando está cansado (estrabismo intermitente).
- Parpadea constantemente.
- A menudo, el ojo débil se desplaza hacia adentro o hacia fuera.
Diferencias entre ojo vago y estrabismo
A pesar de que muchas personas piensan que se trata de la misma patología, el estrabismo y el ojo vago no son lo mismo. El se produce cuando uno de los ojos tiene una baja capacidad visual, mientras que el estrabismo ocurre cuando uno de los ojos se encuentra desalineado con el otro (ojos cruzados o bizcos).
Ambas patologías están muy relacionadas porque el estrabismo suele desencadenar el ojo vago y a su vez un ojo vago puede llevar al estrabismo.
Tratamiento de la ambliopía
Si hay un problema de visión que causa ambliopía, lo normal que el médico trate ese problema primero. Por ejemplo, los médicos pueden recomendar gafas para niños con miopía o hipermetropía y cirugía para niños con cataratas.
Después es necesario entrenar al cerebro y obligarlo a usar el ojo más débil. Cuanto más usa el cerebro el ojo débil, más fuerte se vuelve. Los tratamientos más habituales incluyen:
- Oclusión del ojo ojo con parche:
La oclusión del ojo fuerte es la técnica más utilizada y que mejores resultados ofrece. Se utiliza un parche opaco y adhesivo para tapar la visión en el ojo sano durante semanas o meses, estimulando así al ojo ambliope y desarrollando la parte del cerebro que controla la visión.
Al cubrir este ojo, el cerebro tiene que usar el ojo más débil para ver. Algunos niños solo necesitan usar el parche durante 2 horas al día, mientras que otros pueden necesitar usarlo siempre que estén despiertos.
- Terapias de penalización:
Existe una alternativa que consiste en provocar una visión borrosa en el ojo sano para forzar que el ojo vago trabaje más;
- Atropina: es un colirio que se aplica en el ojo sano y el cual induce a la ciclopejia (dilatación pupilar) que produce visión borrosa y obliga al ojo débil a trabajar más y fortalecerse. Para algunos niños, este tratamiento funciona tan bien como el parche en el ojo, y algunos padres lo encuentran más fácil de usar ( pueden quitarse los parches).
- Gafas con una graduación en el ojo bueno que le resultará borrosa.
El ojo vago tiene recuperación si se diagnostica y trata antes de los 8 años, siendo más probable éxito del tratamiento durante los 4 primeros años, y disminuyendo las probabilidades a medida que nos acercamos a los 9 años ( cuando culmina la maduración visual), en que la capacidad de rehabilitar ese ojo será prácticamente nula.
Recomendamos que el tratamiento se inicie en los pacientes antes de los 7 años y si es antes mejor.
En cuanto el niño comience el tratamiento, su visión puede comenzar a mejorar en unas pocas semanas. Sin embargo, probablemente se necesitarán meses para obtener los mejores resultados. Después de eso, es posible que el niño todavía necesite usar estos tratamientos de vez en cuando para evitar que reaparezca la ambliopía.
¿Se puede prevenir el ojo vago?
Es importante y recomendable que lleves a tu hijo a revisiones oftalmológicas regulares a partir de los 3 años a un oftalmólogo de confianza, ya que, se puede detectar una posible ambliopía precozmente y empezar con el tratamiento adecuado.
Es recomendable un examen oftalmológico completo al niño cuando nace y a los seis meses. A partir de esta fecha pueden hacer revisiones cada dos años, salvo indicación del oftalmólogo.
Cuando el niño tiene 3-4 años se realiza la primera valoración de agudeza visual que nos ayuda a detectar a tiempo el ojo vago y adoptar las medidas necesarias para corregirlo lo antes posible.
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